martes, 7 de julio de 2009

Aire

Me encanta tomar el aire sano de los bares, el de lo sábados por la noche, o domingos, o lunes... Ese aire sí que es sano...
He vivido esta tarde una maravillosa lluvia de estrellas. He tenido que refugiarme durante un momento en estos mundos bolondreños tras la tormenta. Este recibir "hononadas de hostias virtuales" que me ha dejado redondo y sin aire.
Me han caído de todos los colores, sabores y olores. hasta de la Luna me han caído, joder cómo se las gasta el sexo débil.
Eso, que las he recibido todas, no se me ha escapado ni una, ahí dónde caían estaba yo estoico, incluso epicúreo, esperándolas con las otras mejillas ( que digo yo que tendré por lo menos unas cincuenta y cuatro caras, lo que vienen a ser unas ciento ocho y pico de mejillas). Tengo moraos hasta los ojos de la foto del carné. Me las he ganado todas yo solito, quién me mandaría gozar tanto metiéndome con inocentes campanillas, he terminado siendo el badajo de una gran campana que me ha vuelto liliputiense -algo que también me resulta gozoso por cierto-. Así que he decidido venirme por estos lugares a lamer heridas, ciruelas y campanas de música enguitarrada.
Trago algo de saliba con mucha sangre y algún que otro diente, tomo un poquito de aire insano de ventana encajada y me preparo para volver a respirar un carro lleno de hostias, hasta las cartolas...

3 comentarios:

José Prades dijo...

La imagen no sé de dónde viene, pero me ha nacido así, ¿qué le vamos a hacer?
saludos fuertes sin hostias...

Urlanda dijo...

Ya. Toma, te dejo un millar de besitos chiquitos.. Y dice Campanilla que la próxima vez, le pidas los mágicos polvos “por favor”... Jajaja

Dedal.

Sux dijo...

Pues escupe guadalupe...al menos ahora sabes que te fluye la sangre y no tienes el corazón coagulado.

Besito nene.