jueves, 9 de octubre de 2008

CAFÉ II

Instrucciones: Para escuchar perfectamente la lectura de este texto es aconsejable extraer el teléfono móvil del bolsillo, bolso o el lugar en el que se encuentre. Encenderlo, ponerlo en modo muy alto, a ser posible. Con la esperanza y el deseo de que interrumpa la lectura en cualquier momento. Es importante permanecer atento a una posible llamada.
La música sigue sonando, como todos los días desde que te conozco.
Cliente: -Yo sólo quería un café. Camarera: -¿Con magdalenas? Cliente: -Con una buena conversación. Camarera: -¿Sólo eso? Cliente: -Solo un café, tímido. Camarera: -¿Tímido? Cliente: -Peor, cortado. Camarera: -Por el mismo patrón, supongo. Cliente: -Por el mismo que mis vecinos, pero cambiante en cada momento. Igualito vamos. Camarera: -Deme un momento, que me estoy perdiendo. Cliente: -¿En la conversación? Camarera: -En el café. No se olvide de que estoy trabajando. Cliente: -Pero, si no hay clientes. Camarera: -Estoy yo, ¿no le parece demasiado? Cliente: -No lo sé, es que a mí no me gusta el sexo sin amor y con dinero, prefiero un café cortado por patrones diferentes. Camarera: -Parece que ya me encuentro. Cliente: -Bienvenida al club pues... Camarera: -¿De los desesperados?... Cliente: -No, de los que pierden trenes que nunca han querido tomar. Camarera: -Como todos. Cliente: -O todos o ninguno. Camarera: -Aunque algunas noches, yo también te hecho de menos. Cliente: -Algunas noches, yo también me hecho de menos. Camarera: -Algunas noches consigo pensar en tí menos de diez veces, las menos. Cliente: -Yo sólo pienso en mí una vez, que dura toda la noche. Camarera: -Vayase usted a la mierda. Cliente: -En la mierda me deja cuando me coloca usted tan lejos. Camarera: -Puedo acercarme más, si lo desea. Cliente: -Aunque llegue a tocarme seguirá estando usted a un millón de años luz de esta galaxia. Camarera: -Ya veo. Cliente: -Lo que ahora veo no es sino el brillo de lo que en el pasado fue. Camarera: -Fue en el mismo momento en el que nacieron las palabras, y contínua siendo, ya lo verá usted. Cliente: -Lo fue, amiga mía, pues las palabras llegan tarde a mis oídos, apenas un instante después. Camarera: -El sonido es rápido. Cliente: -Mucho más lento que la luz. Camarera: -Natural. Cliente: -Como la química. Camarera: -¿Orgánica? Cliente: -Escatológica, de velocidad intermedia, o sea, más lenta que la luz que ahora inunda mis ojos, pero más rápida que el sonido que llegará hasta mis oídos. Camarera: -¿Qué quiere decir con eso? Cliente: -Que Luz ha muerto esperando a que llegase el ansiado sonido. Camarera: -¿Demasiado tiempo? Cliente: -Esperando. Camarera: -Entonces, ¿me acompaña esta noche?. Cliente: -Tendrá usted que disculparme ante sus sábanas. Camarera: -Comprendo. Cliente: -Sigo esperando una llamada.

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