jueves, 29 de octubre de 2009

Suspensorio

Madruga un día erecto,
dibujo mientras te encuentro,
llegar hasta el fondo sin tocar la piel,
vuelvo a quedarme en el seso.
Me apoyo en cayado,
busco tu sostén.
Agotado de bracear fondo,
quiero superficie.
Me transformo en niño
con pataleta incluída,
corneo, grito y salto,
sale toda mi basura.
Vuelvo a un blanco
que quiere desaparecer,
antes de que se olvide
que estamos aquí para eso.
No es buena idea eso de ir dejándose
uno mismo en blancos,
desnudarse en papel,
es doloroso orgasmo.
joder, se me ha vuelto a escapar un pedo.
.
.
.
.

1 comentario:

José Prades dijo...

Me estoymuriendo y nadie me hace caso.
El día que ya no esté aquí, dentro de unos cien años, sufriréis mi pérdida...

Jajaja

Besos